Solidaridad y hormonas

Dar y recibir ayuda nos hace sentir más saludables porque mejora nuestro estado de ánimo, nuestras hormonas y nuestros neurotransmisores neuronales químicos como ha podido demostrar recientemente estudios de neurociencia aplicada al ser humano.

Como consecuencia de emplear nuestro tiempo  o donaciones en acciones solidarias, en ayudar a alguien que lo necesita así como en detalles a nuestros seres queridos, nuestro cuerpo y mente fomenta elevadas cantidades de hormonas relacionadas con la vinculación afectiva como la oxitocina y altas dosis de neurotransmisores del placer y de la felicidad como la dopamina, la serotonina, la adrenalina o las endorfimas.

Como muestra las personas que se sienten acompañados, se encuentran generalmente más saludables que los que tienen menos apoyo, según confirma el estudio The Happy Planet Index 2012.

La felicidad no siempre suele estar muy lejos ni costar demasiado. Una pequeña donación puede ser suficiente para empezar a sentirse mejor. Distintos estudios han logrado demostrar que el simple gesto de donar puede desatar una inyección de alegría.

La oxitocina es la hormona que se libera durante el sexo. También, cuando la madre amamanta a su bebé. Es decir, es la hormona del placer. Y es, precisamente, la misma que se libera cada vez que hacemos una donación. Paul Zak, jefe del departamento de Neurociencias de la Universidad de Claremont, en California, logró demostrar que el nivel de oxitocina en el cuerpo aumenta hasta 80 por ciento cada vez que se realiza un acto de generosidad.

Facundo Manes, especialista en neurociencias y director de Ineco, lo explica así: "Los estudios neurocientíficos prueban que cuando somos solidarios se activan en nuestro cerebro las áreas asociadas a los mecanismos de recompensa, de modo muy similar a la activación que se produce si recibimos dinero. Así, al hacer donaciones se liberan neurotransmisores como la dopamina y las endorfinas a nivel cerebral, que hacen que sintamos una gran alegría".

En su libro, La Molécula de la Felicidad, Zak señala: "podemos rastrear la empatía desde el incremento inicial de oxitocina hasta la secreción de dopamina y serotonina que convierte la experiencia en agradable y en algo que deseas repetir, hasta el compromiso social que se produce como resultado".

manos unidas solidaridad

Podríamos definir la solidaridad como la ayuda desinteresada a otras personas, ya sea en aspectos emocionales o materiales. Podemos serlo con acciones claramente reconocibles como el voluntariado, pero también con pequeños gestos como sonreír o escuchar a alguien que lo necesita, donar pertenencias personales a causas concretas, colaborar de forma desinteresada y altruista en un proyecto... momento de nuestra vida.

Ayudar nos hace felices

Hay estudios que afirman que al ser solidarios sentimos una satisfacción personal que nuestro cerebro entiende como un premio, y reacciona aumentando los niveles de felicidad. Por eso experimentamos una sensación física de bienestar que nos hace querer repetir. Así, ser solidario se convierte en un estímulo que nos lleva a serlo más veces.

Esto se debe a que somos seres sociales, y compartir y ser generosos nos permite relacionarnos de manera satisfactoria con los demás, lo que nos produce felicidad. Además, en ocasiones nos hace relacionarnos con personas que no conocemos, por ejemplo si colaboramos con una ONG, y eso nos permite desarrollar nuestras habilidades sociales.

Si somos felices, nos sentimos más saludables

El doctor Josep María Serra Grabulosa, de la Universidad de Barcelona, explicó tras la realización de un estudio que “contribuir al bienestar de las personas es algo que acaba construyendo una sociedad más feliz”. Y es que “el apoyo social fomenta la felicidad”, añade su compañero en el estudio, el doctor Gonzalo Hervás.

Y aunque no se puede prescribir felicidad para prevenir enfermedades, si aseguran que nos hace sentir más saludables, y que esto repercute en nuestro bienestar. Especialmente en la salud psicológica, que se ve más afectada por nuestros niveles de satisfacción ante la vida.

Mejora nuestra autoestima

Ser solidario implica una actitud positiva desde el primer momento, porque estamos convencidos de que nuestros actos van a repercutir y a mejorar la situación de otra persona. Sentimos que está en nuestras manos proporcionar bienestar a otra persona o mejorar una situación concreta que necesita de nuestro apoyo o intervención. Esto nos ayuda a valorarnos como personas, nos haces sentir más útiles, mejores, y esta sensación repercute directamente en nuestra autoestima, que aumenta al ver que somos capaces de ayudar a los demás.

montañeros subiendo una montaña

 

Artículo Destacado

Portada podcast

Podcast

Nuestro podcast está cargado de entrevistas que te harán sentir, pensar y pasar un buen rato. En cada episodio, Cristina Pujol y Virginia Gómez, sacarán lo mejor de todos sus entrevistados, dando tips para conectar contigo y tu entorno.

Artículos Relacionados