Todos hemos tenido una primera vez a la hora de iniciarnos en el deporte y no siempre es sencillo. Incorporar el ejercicio a tu vida diaria puede ser un gran desafío. La mente se acostumbra fácilmente a "lo bueno" y es complicado desaprender esos hábitos y disfrutar de los beneficios que nos ofrece el deporte. Prepara papel y boli y apunta las estrategias más efectivas para entrenar tu mente y establecer una rutina de hacer deporte que perdure en el tiempo.
Fija metas claras y realistas
Establecerte metas es un pilar fundamental para acostumbrar a tu mente a incorporar una rutina de hacer deporte. Define objetivos claros, medibles y alcanzables. Ya sea que quieras mejorar tu resistencia, perder peso o simplemente mantenerte activo, tener metas concretas te brindará un sentido de dirección y propósito.
Empieza poco a poco
Una de las razones por las que muchas personas abandonan sus rutinas de ejercicio es que intentan correr demasiado. En lugar de eso, comienza gradualmente y poco a poco ve aumentando la intensidad y la duración de tus sesiones de ejercicio. Esto permitirá que tu mente y tu cuerpo se adapten de manera más cómoda al cambio, reduciendo la probabilidad de abandono.
Practica ejercicio con lo tuyos
Compartir tus metas con amigos, familiares o compañeros de trabajo puede ayudarte a establecer una rutina deportiva. Tener a alguien con quien compartir tu progreso y desafíos puede ser altamente motivador. Además, te sentirás más comprometido al saber que hay alguien a quien rendir cuentas.
Crea una rutina de verdad
La consistencia es la clave para convertir el ejercicio en un hábito arraigado. Establece horarios regulares para tus sesiones de entrenamiento y respétalos como si fueran quedadas con tus amigos. Con el tiempo, tu mente asociará esos momentos con la actividad física, lo que facilitará la incorporación del ejercicio en tu rutina diaria.
Establece recordatorios visuales
Esta estrategia es efectiva para muchas personas. Colocar notas, fotos o calendarios en lugares visibles, como en el escritorio o la nevera te pueden ayudar a no perder de vista tus objetivos y no olvidar la importancia del cambio.
Encuentra una actividad que te guste
La elección de la actividad física adecuada es esencial para acostumbrar a tu mente a hacer ejercicio. Si disfrutas de lo que haces, es más probable que te mantengas motivado y comprometido. Probar diferentes opciones, desde el fitboxing hasta el yoga, te ayudará a encontrar una actividad que realmente te apasione.
Celebra los pequeños logros
Crear una rutina de cero es complicado, por ello, cada pequeño paso que das hacia tu objetivo mereces celebrarlo, por mínimos que sea. Esto refuerza tu compromiso y entrena tu mente relacionando el ejercicio con sensaciones positivas.
Piensa por qué empezaste
Es importante recordar los inicios y el motivo por el cual quisiste mejorar tus hábitos. No te castigues por los días en que no te sientas motivado o por los posibles contratiempos que te surjan. Ser amable contigo te ayudará a superar los obstáculos con resiliencia y a visualizar como te sentirás alcanzando tus objetivos a largo plazo. Acostumbrar a tu mente a incorporar una rutina de hacer deporte no es un proceso instantáneo, pero con un buen enfoque, paciencia y práctica, es completamente alcanzable. Recuerda que se trata de un viaje en el que cada pequeño paso te acerca más a una vida más saludable y activa. ¡Empieza hoy mismo a entrenar tanto tu cuerpo como tu mente hacia el éxito!
