La actividad física ha sido reconocida en los últimos años como un componente fundamental para el mantenimiento de una vida saludable. Se sabe que ejercitar el cuerpo contribuye a mitigar el estrés, favorecer el descanso nocturno o, incluso a combatir los primeros indicios de problemas de memoria. Así, pues la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda acumular, al menos, 150 minutos de ejercicio a la semana con el fin de paliar los problemas de la sociedad moderna. Un hábito para el que deportes como el fitboxing cada vez están cuajando más como práctica preferida por el público europeo.
La importancia del ejercicio físico en la prevención de los problemas de memoria incipientes ha sido destacada por diversas instituciones y estudios, subrayando su relevancia no solo para la salud física sino también para el bienestar mental. En este contexto, la Academia Estadounidense de Neurología, mediante su publicación "Neurología", ha revelado que los leves deterioros cognitivos pueden ser abordados efectivamente a través de la práctica deportiva regular.
El deporte, según se concluye en la investigación de "Neurología", emerge como una alternativa preferente frente a la medicación en la lucha contra los problemas de memoria y las dificultades en el análisis causadas por el envejecimiento, especialmente en sus etapas iniciales. La guía sugerida por esta publicación científica aconseja que los médicos promuevan la realización de ejercicio físico dos veces a la semana en personas con deterioro cognitivo leve para potenciar tanto la memoria como el razonamiento.
¿Cómo mejora el deporte la memoria?
Para entender, primero, cómo puede el deporte ayudar a prevenir estos problemas es fundamental entender cómo funciona nuestra memoria. La memoria es un proceso complejo que involucra varias partes del cerebro, principalmente el hipocampo, el cual juega un papel crucial en la formación de nuevos recuerdos y en el aprendizaje. La memoria se puede clasificar en diferentes tipos, como la memoria a corto plazo y la memoria a largo plazo, cada una con sus propias características y procesos subyacentes.
La relación entre el deporte y la mejora de la memoria se basa en múltiples factores. Uno de los más importantes es el aumento del flujo sanguíneo al cerebro durante el ejercicio físico. Este incremento en la circulación promueve la salud neuronal, facilitando la oxigenación y nutrición de las células cerebrales, lo que a su vez mejora su funcionamiento y capacidad regenerativa.
Además, realizar ejercicio físico regularmente induce la liberación de una variedad de sustancias químicas beneficiosas en el cerebro, incluyendo neurotransmisores y factores neurotróficos como el factor neurotrófico derivado del cerebro. Un aspecto que es particularmente relevante para la memoria, ya que estimula el crecimiento y la diferenciación de nuevas neuronas y fortalece las conexiones sinápticas en el hipocampo, contribuyendo así a la neuroplasticidad y mejorando la memoria y el aprendizaje.
El fitboxing mejora la memoria
Ahora bien, ¿qué tipos de deportes son especialmente buenos para la memoria? Aunque cualquier actividad física regular es beneficiosa, algunos deportes ofrecen ventajas adicionales. Por ejemplo, los deportes aeróbicos (correr, nadar, bicicleta…) son excelentes para aumentar el flujo sanguíneo al cerebro. Un grupo de actividades donde cada vez está teniendo mayor cabida el fitboxing.
Golpeo sin contacto a un saco de boxeo al ritmo de la música, esta modalidad se ha popularizado por toda Europa de la mano de la cadena española Brooklyn Fitboxing. Con entrenamientos donde se junta el esfuerzo físico con el mental, además de trabajar todo el cuerpo en menos de una hora, sus practicantes liberan estrés y mejoran sus capacidades mnemotécnicas.
Esto se consigue gracias a que en todos los gimnasios Brooklyn Fitboxing, durante dos semanas todos sus usuarios golpean al saco bajo el mismo ‘Challenge’ (una coreografía de golpes). Al ritmo de la música y de forma coordinada, este reto hace hincapié en la memoria con el objetivo de aprenderse la consecución de los golpeos.
Un ‘Challenge’ que se suma al hecho de que el ejercicio físico propicia una mejor respuesta cardiovascular estimulando el crecimiento y la diferenciación de nuevas neuronas y fortaleciendo las conexiones sinápticas en el hipocampo. Y es que al elegir deportes que desafían tanto el cuerpo como la mente, podemos maximizar los beneficios para nuestra memoria mientras mejoramos el aspecto puramente físico.